Las familias sin hijos son cada
vez más es el resultado de una libre elección de los padres, elección más fácil
gracias al control de natalidad (anticoncepción). Durante muchos años, el número de parejas sin
hijos se había ido reduciendo de forma constante gracias a la gradual
desaparición de enfermedades que, como las venéreas, causaban
infertilidad. Sin embargo, en la década
de 1970 los cambios en las situaciones de la mujer modificaron esta
tendencia. Hoy las parejas, especialmente
en los países más desarrollados a menudo eligen no tener hijos o posponer su
nacimiento hasta gozar de una óptima situación económica.